IMPARABLES.
Es el calificativo que mejor define no
sólo el resumen del partido del sábado
pasado, sino de toda una temporada en la que
se han mostrado sólidos, serios e imposibles de batir, al menos hasta el
momento. En esto y en un fútbol moderno
y con personalidad, son los pilares en
los que han basado su juego, y a fé que lo han conseguido.
Como sabéis,
necesitaban ganar ante El Tiemblo para
ser campeones, y ciertamente poco pudieron
hacer los tembleños para evitar lo inevitable (16-1). No somos partidarios de
grandes goleadas, pues en fútbol base nadie debe irse a casa frustrado por una
abultada derrota, pero lo cierto es que en el terreno de juego las diferencias
fueron muy,muy grandes, en todo, y por
si fuera poco, era muy difícil, imposible diría yo, frenar la motivación y
ambición que el sábado tenía el equipo para haber conseguido un resultado más
corto.