Buscar este blog

martes, 10 de diciembre de 2013

NO ME DIGAS QUE NO PUEDES

Ramón Arroyo tiene 42 años y desde hace seis practica deporte. Hace un año se planteó un desafío: realizar un Ironman. Una prueba que consiste en nadar 3'8 kilómetros, 180 en bicicleta y un maratón. 

A las dificultades de la competición se añade una más: Ramón sufre esclerosis múltiple. No es la historia de un deportista, es la lucha de un hombre y su familia por superar una enfermedad. Lleva 3 años entrenando y lleva 3 años sin tener un botre de su enfermedad. ¿Casualidad? No lo creo. Cada día estamos más convencidos de que el deporte es la mejor curación para cualquier enfermedad. Ramón lo dice "El deporte ha sido mi cura".