Vuelven las tardes de fútbol regional
al Colegio Salesiano, donde la agrada se abarrota de gente y lo más importante,
anima. Los Juveniles nos ofrecieron buen juego y un dominio absoluto del
partido en su vuelta a casa en esta categoría, donde como mencionamos antes, la
afición se llevó una nota de 10, ya que levantó al equipo en un partido que muy
pronto se pondría cuesta arriba.
Minuto 3 de juego y el equipo
Salesiano recibía su primer gol en contra en un saque de esquina bien lanzado
por los burgaleses, jarro de agua fría que hacía presagiar una mala tarde.
Después de unos minutos de juego soso, el equipo empezó a adueñarse del balón,
donde Adolfo, David y Mario ponía el ritmo de juego en el encuentro, donde un
balón en largo de Adolfo para R. Tejedor suponía el empate a 1 en el marcador
con una definición digna de un buen delantero.
Pasaban los minutos y se sucedían
las ocasiones por parte de los arevalenses ya que el Burgos Promesas “B” no se
acercaría a la portería mucho más en esta mitad. En la salida de un córner,
David cabeceaba el balón para colocarlo por la escuadra y hacer justicia en el marcador y poner el
2-1 con el que llegaríamos al descanso.
La segunda parte comenzó como
acabó la primera, ocasiones y más ocasiones arevalenses en las que R. Tejedor
remató al larguero una buena jugada y el portero burgalés se empleó a fondo
para hacer lo que sería el paradón del partido a un gran tiro de Mario, hasta
que este último con una gran cabalgada desde el centro del campo marcara con un
toque sutil lo que sería el definitivo 3-1. A partir de este momento el
encuentro se volvió un tanto loco, se perdió el medio del campo y el Burgos
Promesas tuvo dos ocasiones claras para apretar el marcador, lo cual no sucedió
debido al gran partido de nuestra defensa.
Primer partido en casa, primera
victoria y buen juego. Si la semana pasada animábamos a los nuestros porque a
pesar de la derrota habían dado la cara, hoy los seguimos animando para que
trabajen como hasta ahora lo están haciendo. Dar gracias a nuestra afición
porque sin ella hoy había estado mucho más complicado.
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