Es la mayor historia de amor de todos los tiempos. La historia de un hombre que escala montañas y corre hasta el final del mundo para darle a su hijo una mejor vida. Una vida que trasciende a las limitaciones del cuerpo de Rick.
La historia de lucha empezó hace 44 años en su nacimiento, cuando el cordón ombilical estaba enrollado en su cuello. Los doctores comunicaron a sus padres que su hijo tenía daños irreparables y que jamás iba a poder hablar o caminar. Aconsejados de que debían llevar a su hijo a una residencia porque iba a ser vegetal para toda su vida. Sus padres eligieron llevárselo a casa y cuidarlo como de cualquier otro hijo se tratase.
A los 12 años, se descubrió una maquina que podía hacer que Rick se comnicara con las demás personas. Fue cuando le dijo a su padre: "Papá, tengo que hacer algo, quiero demostrar a la gente que la vida sigue".
Cuando mejor se sentía Rick era cuando corría ayudado por su padre, como si su discapacidad desapareciera. Y eso fue todo lo que Dick necesitaba escuchar. A partir de aquí, un afán de superación y sobre todo de hacer feliz a su hijo. La familia Hoyt resume su vida en una frase: "Tu puedes".
Aquí os dejamos el video subtitulado para que conozcamos la historia más a fondo.