Después del parón navideño la Escuela de Fútbol volvía a rodar. Aunque todos respirábamos frío e hielo las caras de los chavales reflejaban la ilusión y la alegría de volver a entrenar con sus compañeros. Habían pasado varios días y ya necesitaban ponerse las botas y que rodara el balón.
Alegría, orgullo e ilusión es como nos hace sentir este proyecto que acaba de nacer. Por eso queremos agradecer desde aquí a todos los responsables que hacen que sea posible. No sabemos si saldrán buenos o malos jugadores, pero de lo que sí estamos seguros es que además de una Escuela de Fútbol, es un lugar donde se crean personas.
Decir a los "peques" que disfruten y aprovechen esta oportunidad que no todos hemos podido tener. Lo más importante ahora es divertirse y aprender jugando. Lo demás, con el tiempo llegará.
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